Jugadores del Real Ávila que actuaron frente al Mirandés B |
Ángel G. Alameda / Cuatro partidos seguidos sin perder han hecho cambiar la situación del Real Ávila en la tabla clasificatoria. De encontrarse a nueve puntos de la zona de permanencia, ha pasado a estar a seis –que podían haber sido cuatro si la victoria hubiera llegado en el campo del Beroil Bupolsa-, subiendo hasta la decimoctava plaza que marca el primer puesto de descenso.
Es indudable que con la presencia de Juanito en el banquillo el horizonte es más optimista tras sumar diez de los últimos doce puntos en juego. Las esperanzas de mantener la categoría son ahora mayores, aunque hay que mirar al grupo I de Segunda B donde militan los equipos de Castilla y León por si bajara alguno de ellos. El Zamora está metido en el puesto por el que jugaría la permanencia, mientras que el Astorga se encuentra a un punto del descenso y el Burgos a cuatro. De reojo, los seguidores encarnados tienen que observar a la fuerza las clasificaciones de estos equipos durante las próximas jornadas.
La escuadra encarnada está a dos victorias de un par de equipos, Burgos Promesas 2000 y Cebrereña. Con esta última se enfrentará en la jornada final en El Mancho, esperemos que sin que se jueguen nada los dos equipos abulenses. A diez puntos de distancia se hallan tres conjuntos: Salmantino, Cristo Atlético y Beroil Bupolsa. A los dos últimos ya se ha medido, siendo el primero de los citados el próximo visitante del Adolfo Suárez.
Miradas así las cosas el margen de maniobra del Real Ávila ha mejorado y las perspectivas de futuro se ven de otro color. El calendario que le queda no es fácil y el objetivo en las ocho jornadas que restan es sacar el mayor número de puntos posibles. Alcanzar los 40 puntos podría ser suficiente para garantizar la permanencia. El Ávila tiene en estos momentos 28 y por lo tanto necesita 12 más, es decir, debe obtener como mínimo cuatro victorias.
Visto el calendario que resta, bastaría con que el Real Ávila ganase todos los encuentros en casa, al Salmantino, Villa de Simancas, Becerril y La Bañeza, algo que en teoría es factible, con dos rivales directos, los charros y simanquinos; uno, los becerrileños que se juegan el playoff de ascenso, y otro que posiblemente no se juegue nada como son los bañezanos.
Si además de esos triunfos se logra puntuar en los campos de la Segoviana, Palencia, Bembibre e incluso Cebrereña, a buen seguro que el conjunto encarnado continuará una temporada más en Tercera División.
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