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31 de julio de 2017

CAZA – La lotería de la media veda

El presidente de la Territorial, Santiago Iturmendi, reconoce que hay «malas perspectivas», para la temporada que comienza el día 1

Santiago Iturmendi, presidente de la Federación de Caza de Castilla y León
Diario de Soria / Los cazadores de Castilla y León afrontan la temporada de la media veda, que arranca el 15 de agosto y finaliza el domingo 17 de septiembre, con «malas perspectivas». La sequía y la falta de paja en el campo, imprescindible para la supervivencia de las especies cinegéticas, auguran una mala campaña, según informa Ical.

El presidente de la Federación de Caza de Castilla y León, Santiago Iturmendi, señaló, no obstante, que la caza menor es «una lotería», ya que las aves hacen migraciones en función de la humedad, recogida de paja y que se cultive o no las fincas, por lo que, atendiendo al manual o la teoría, en algunas zonas del norte de León, Burgos, Palencia y Soria es «probable» que los cazadores puedan encontrar ejemplares, debido a las temperaturas frescas.

En junio se produjo una buena entrada de codornices, la especie reina de la media veda, sin embargo, los agricultores han procedido a recoger la totalidad de la paja, debido al buen precio que ha alcanzado en el mercado esta temporada, por encima de 60 euros la tonelada, según apunta. El hecho de que en el campo haya paja o no es «clave» pues las codornices encuentran en ella un lugar donde guarecerse.

«No va a quedar una brizna de paja en el campo. Como la cosecha ha sido tan mala, los agricultores apuestan por vender la paja y esto es un factor importante», recalcó, para lamentar la mala cosecha que ha sufrido la región debido a la intensa sequía.

Hace falta que llueva

Iturmendi insiste que para que los 100.000 cazadores federados de la región disfruten de la práctica cinegética debería de llover, porque el frescor es imprescindible para avistar ejemplares y mantener su hábitat. «Las perspectivas no son buenas, se avecina una temporada floja y no se puede engañar a la gente», advirtió.

A pesar de la escasez de la especie reina, Iturmendi afirma que para la paloma torcaz sí que hay poblaciones importantes, debido a «su franca expansión».

La Orden Anual de Caza de Castilla y León para la próxima temporada cinegética 2017-2018 planteó que el período para la media veda de caza se inicie el martes 15 de agosto y finalice el domingo 17 de septiembre.

Este acuerdo establece un máximo de 20 días de caza, con excepción de la tórtola común y la paloma torcaz, para las que se retrasa el comienzo de la época hábil al 22 de agosto. En cuanto a los cupos establecidos, se propone que el número máximo de piezas a cobrar por cazador y día se fija para la codorniz en 30 y para la tórtola común en seis.

Caza menor

El Consejo Territorial de Caza de León planteó que la caza menor queda limitada, con carácter general a los jueves, sábados, domingos y festivos de carácter nacional y autonómico de Castilla y León comprendidos en el período hábil establecido. Las especies que se pueden cazar en la Comunidad son, según la resolución: codorniz, tórtola común, paloma torcaz, urraca, corneja y zorro.

Por otro lado, Iturmendi insta a las administraciones a buscar fórmulas para hacer una agricultura eficaz, rentable y sostenible, que respete los ecosistemas con el fin de garantizar un hábitat adecuado para la avifauna. Este sería, según el modo, de garantizar la caza en Castilla y León, una práctica que los «sectores radicales anti-sistema demonizan en aras a cambiar el orden establecido y desestabilizar a la población».

«Estas posturas de los anti-cazadores tienen una dosis de ignorancia importante y sin base científica e intentan demonizar la caza a través de dos argumentos muy demagógicos como son la sangre y la muerte de los animales. Se olvidan de algo tan importante como es el que la caza es clave para el equilibrio de los ecosistemas», censura el máximo responsable de la Territorial.

Por ello, el presidente de la Federación Territorial anima a los que se mantienen en contra de la práctica a plantear un plan alternativo a la caza, que «es una herramienta de gestión de los ecosistemas y de las distintas especies de animales». «Nos llaman asesinos y nos dicen que disfrutamos con la muerte de los animales, cuando es una injuria y una calumnia. Debería de estar penado llamarnos así», lamenta el presidente de la Federación de Castilla y León de Caza.

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