"No puedes elegir el modo de perder, pero sí puedes elegir como recuperarte para ganar la próxima vez"
Comentario de Fernando López del Barrio
Tarde desapacible en Valladolid con bastante aire; se podía recurrir al tópico decir que fue un partido sin historia, pero todo partido tiene sus preliminares, su desarrollo y el post encuentro. El Real Valladolid, un equipo en el amplio sentido de la palabra, bien plantado, se apoderó del centro del campo con un ritmo mantenido; todos sus integrantes saben tocar el balón con criterio y sin prisas pero sin pausa para ir “madurando” el partido hasta cerrarle. Si bien es verdad que se encontró que a los dos minutos con un golazo de Nacho que quizás aumento el nerviosismo que denotaban los chavales abulenses que viajaron hacia la capital pucelana con ganas e ilusión aunque con varios jugadores tocados, Manu, Mayoral, Galindo y alguno que no pudo ser ni siquiera de la partida como Garrido que aunque acompañó al equipo ni se pudo vestir por unas molestias en los abductores. Uno que es un simple aficionado de futbol cree que estos partidos hay que jugarlos a disfrutarlos, no se tiene nada que perder y si mucho que ganar. Pero el Real Ávila salió encogido muy preocupado del líder y quizás con el miedo escénico que produce jugar en Valladolid, una cantera de un equipo recién bajado a la segunda división pero muy preocupado del futbol en categorías inferiores, entre otras muchas razones por su organización y estructura deportiva y por ser una ciudad donde hay un gran número de chavales donde elegir. Mi modesta opinión en estos partidos como decía es salir a disfrutar y un poco con la filosofía de no cambiar el estilo propio de juego que tan buen resultado está dando este año e ir a “por ellos” es decir tratando de encarar el partido de “tú a tú”. Ahí faltó esa confianza y ese desparpajo de otras veces y que en seguida se vio reforzado toda esta opinión con el gol tempranero. Leer más pinchando en el titular de la noticia.
El Real Valladolid demostró su condición de líder, aunque creo que no existe esa diferencia que señaló el marcador al final del partido de 4-0. La superioridad no se manifestó en un asedio constante a la portería de Adrián, sino en un dominio del centro del campo y del balón que hicieron que el primer tiempo ellos bien colocados y los abulenses corriendo detrás de los vallisoletanos lo que supone un desgaste importante. Apenas salían balones controlados para que David Galindo que demostró nada más empezar su clase, yéndose de dos defensas con rapidez e inteligencia. David Mayoral se multiplicaba en su entrega y fuerza ayudando al centro del campo, Oli retrasado quizás en exceso apenas intervenía en el juego de construcción y creatividad. Gus y Juancar derrochando generosidad pero sin poder enlazar entre líneas. Se estaba muy pendiente de Jefferson, el 8 pucelano por parte de Juan Carlos, y la defensa quizás demasiado atrás facilitaba la llegada hasta el borde del área donde tanto Pablo, Manu, Javier y Somoza se multiplicaban aunque Manu estuvo bastante tiempo jugando prácticamente de lateral quizás un poco fuera de su sitio habitual.
Pero como decíamos al principio los preliminares fueron de nerviosismo, y como de pensar excesivamente en defenderse de la avalancha que se esperaba de los chicos de Valladolid que se incremento con el consabido gol de Nacho, pero así se aguantó treinta y un minutos hasta el treinta y dos que en córner se alzó el 2-0, momento psicológico ya que se estaba al borde del descanso. Durante esos treinta y tantos minutos se defendió apretando los dientes pero no se construyó. Pero en el descanso contrasté las pequeñas tertulias que se forman entre padres y familiares y cabía la esperanza de una reacción que se esfumó con el gol inmediatamente después de la reanudación, minuto 3, de Pablo en propia puerta aunque a decir verdad el balón llevaba el camino de la red sin remedio. Con la entrada de Raúl, minuto 49, hubo una reacción abulense y quizás fueron los mejores minutos del Real Ávila, aunque el partido estaba ya cerrado y como coloquialmente “estaba vendido todo el pescado”. Llegando el cuarto gol marcado por Abraham a cinco minutos del final.
La conclusión del partido es que no fue el partido del Real Ávila que no nos dio la imagen que nos tiene acostumbrado, bien por el control y colocación del Real Valladolid, bien por la cesión de mucho terreno excesivo respeto a los infantiles vallisoletanas que nos impidió jugar con ese desparpajo que caracteriza a este gran equipo infantil abulense, faltándole creatividad. Lo mejor aprender de las derrotas, volver al espíritu ganador el próximo partido contra el Benavente, pensar que se está haciendo una gran temporada y que así se va a seguir, mimbres existen para hacer un “buen cesto” y Miguel Ángel Nieto y Javi saben perfectamente cómo recuperar a los chavales porque a lo largo de toda la historia del infantil regional así lo han demostrado. La vuelta de Valladolid me demostró que los chavales están ya deseando que llegue el sábado próximo para sacarse la espina de hoy y la unión que existe entre ellos así me quedo palpable con la cantidad a interminable de chistes, que vinieron contándose que hice más ameno la vuelta a Ávila. ¡Animo chavales!
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PD. Desear la pronta recuperación de Javier que se lesionó en el minuto 49, con una posible rotura fibrilar en el gemelo que le tendrá tres semanas de baja. Agradecer al médico del Real Valladolid que le atendió revisándole y poniéndole un vendaje así como aconsejando lo que debían hacer para la recuperación, todo un detalle.
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