La Vuelta a España ha llegado a su ecuador, con una etapa de montaña que tenía su final en Manzaneda. Para Carlos Sastre, como para tantos otros, hoy era un día con interrogantes, “porque después del día de descanso todo el mundo tiene miedo, por eso de que te relajas un poco por el cansancio acumulado y al día siguiente hay gente que lo pasa mal”, comenta el abulense.
“La carrera ha sido francamente rápida. No ha habido ni un minuto de descanso y en la última subida el viento, como en La Covatilla y en Sierra Nevada, ha jugado un papel importante. Cuando la gente intentaba arrancar, veía que el esfuerzo iba a ser muy grande para el poco rendimiento que quizá se le podría sacar”, dice el corredor del Geox-TMC.