Jesús Balseiro - www.hoyciclismo.es / Arrancó solo en Alpe d'Huez, a 12,5 kilómetros de meta, para coronar con más de dos minutos de diferencia y vestirse de amarillo en la cima más especial del Tour que días después vencería. Se dice de él que ha sido el mejor corredor de grandes vueltas del pelotón en los últimos años. Tres podios en la ronda gala, otros tres en la Vuelta a España y uno más en el Giro dan fe de ello. Otra frase que le define es que triunfó en el Tour sin una sola sospecha de dopaje a sus espaldas en una época convulsa para el ciclismo. Se retiró en 2011 sin hacer ruido, su fuerte no era llamar la atención, sino pedalear. Ahora Carlos Sastre ve el ciclismo desde fuera y éstas son sus impresiones.
¿Qué tal se vive apartado del ciclismo profesional?
Es otra experiencia nueva en la vida y en mi caso se vive bien, no me puedo quejar.
¿Y qué planes tiene para el futuro?
Cuando terminas de trabajar de un deporte con las responsabilidades que yo he tenido, sobre todo en los últimos años, te apetece disfrutar de la vida y hacer aquellas cosas que no has podido hacer hasta ese momento, porque la vida de un ciclista es muy sacrificada, te tienes que dedicar las veinticuatro horas del día a tu deporte: alimentación, descansos, entrenamientos… Esos objetivos y esa responsabilidad terminan quemando mucho. A día de hoy no me planteo nada que implique tiempo que le pueda quitar a mi familia.
¿Echa de menos la competición?
Bueno, cuando la veo en televisión pienso que ahí podía estar yo, pero cuando termina la carrera te imaginas lo reventado que estarías después de una carrera como esa, como el otro día, que estuve viendo la París - Roubaix. Con tranquilidad sí que me gusta verlo.
Ya que está siguiendo la temporada, ¿Algún favorito para las clásicas de abril?
No lo sé, los corredores españoles pueden hacerlo bien, tanto “Purito” como Alejandro Valverde se trabajan estas carreras perfectamente, si llegan en un buen momento de forma pueden ser favoritos.
¿Qué balance hace de sus años como ciclista?
Muy positivo, he tenido una carrera deportiva sin accidentes graves, sin lesiones, triunfando donde quería triunfar y acumulando unos resultados muy bonitos. Me siento un privilegiado.
Además, como sucede con el Galibier de Marco Pantani, la etapa que venciste en Alpe d’Huez forma parte de la historia. ¿Qué se siente?
Más que por formar parte de la historia, es la experiencia de vivir esos momentos que para mí eran muy importantes porque estaba luchando muchísimo por ellos. A parte, formar parte de la historia por tener esta experiencia, mucho mejor todavía.
¿Qué se le pasa a uno por la cabeza cuando está en el podio de los Campos Elíseos?
Es un momento muy bonito, de hacer realidad un sueño. No está al alcance de todo el mundo. Es algo que tengo presente en muchas ocasiones.
Pero no todo en la carrera de un ciclista es vencer el Tour o los podios de Giro y Vuelta. ¿Qué recuerda de su época menos vistosa, trabajando para otros?
Cada momento tiene su situación, en esa época lo más positivo para mí era trabajar para otros corredores porque yo no tenía la capacidad de estar con los mejores y con mi trabajo les hacía llegar mejor al final de las carreras. Es una experiencia dura que no se valora mucho en los medios de comunicación pero para mí fue muy importante y me ha valido mucho para el resto de mi vida deportiva.
¿Por qué elegiste ser ciclista?
No es una cosa que se elige, es una cosa que se nace. Tuve los medios para poder dedicarme a ello y aproveché las oportunidades en cada momento. Con ese cúmulo de circunstancias pude llegar a ser lo que quería ser.
Muchos ciclistas contestan a esto que sí, ¿Llegó a plantearse dejar el ciclismo en algún momento?
Muchas veces, pero como en todo, quien lo supera ha ganado una batalla y quien gana batallas termina ganando una guerra al final de una carrera deportiva.
Una de las frases que se dice de usted es que venció el Tour de Francia sin tener detrás la más mínima sospecha de dopaje. ¿Por qué debería sorprender eso?
Porque es una cosa normal. Las cosas normales son las que sorprenden, las que no son normales no sorprenden.
¿Alguna vez le pareció que competía en condiciones de inferioridad?
Es algo en lo que no he perdido mi tiempo. Siempre he tratado de ser yo mismo, con mis virtudes y con mis defectos, y de tratar de superar cada circunstancia difícil que he tenido delante de mí sin que me influyera de forma negativa. No hay nada que sea perfecto en este mundo, ni en el ciclismo ni fuera de él.
¿Confía en que el ciclismo limpie por sí solo todos sus problemas?
Eso depende de las personas. El ciclismo como tal para mí es una palabra maravillosa porque me ha aportado muchísimas cosas y todas en su mayoría buenas. El ciclismo, como deporte, por sí solo no puede hacer nada. Las personas que lo hemos practicado, que lo practicamos y que hemos vivido gracias a él sí que tenemos esa oportunidad.
¿Le parece que los grandes medios relacionan demasiado la palabra ciclismo con el dopaje y no tanto con la competición?
No lo critico. Si lo hacen es porque alguien les habrá dado esa oportunidad.
¿Y qué opina de la situación de la cantera de ciclismo en España?
Creo que todas las canteras están bajo mínimos porque hay una gran cantidad de niños que no quieren practicar deporte. O hacemos algo para subsanarlo y despertar una nueva ilusión en los niños o perdemos una batalla muy importante.
¿Hacen falta más Fundaciones Víctor Sastre?
Hacen falta más personas con ganas de hacer algo de verdad, vocacional, que te salga del corazón. Hemos vivido en un momento en el que todo valía y podías ganarte la vida con un deporte. Ahora mismo ya no se gana dinero de esa manera ni de otra, lo importante es poner los medios para que, ya que no es posible ganar dinero de otras maneras, tener esas satisfacciones personales que son grandísimas. El dinero se gasta, pero las experiencias quedan siempre ahí.
¿Algún mensaje para los ciclistas jóvenes que empiezan ahora?
No soy una persona de dar consejos porque no sabes a quién es al que van destinadas tus palabras, ni en qué condiciones está o qué necesita. El único mensaje que a mí me ha valido toda la vida es que para conseguir las cosas hay que luchar mucho. Por mucho que nos digan los de al lado lo guapo que eres y lo bien que haces las cosas, si no te preocupas de hacer todos los días lo mismo dejas de serlo. Lo que me ha valido ha sido el trabajo diario, la constancia y el sacrificio. Escuchar a todo el mundo pero hacer lo que yo creía que tenía que hacer. Esas decisiones de madurez me han venido bien durante mi carrera deportiva y después de ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario