El corredor abulense se encuentra a la espera de encontrar equipo tras su temporada en el Caja Rural
Diego Rubio |
El Pelotón / Hoy volvemos a hablar con Diego Rubio, corredor del Caja Rural amateur. Ya hablamos con él tras su primera victoria de la temporada, y ahora volvemos a hablar con él pero con sensaciones muy distintas, ya que la segunda parte de su temporada no le ha salido como él esperaba debido a problemas físicos. Ahora, como casi todos los de su generación, espera alguna llamada de un equipo que le permita seguir formándose como corredor, pero ya en el campo profesional.
La última vez que te entrevistamos venias de ganar en Antzuola y hacer un tercero en Azerbaiyán con la selección. Como cambia la temporada de un día para otro. ¿Crees que estar la última parte del año castigado por la mononucleosis ha mermado tus opciones de dar el salto a profesionales?
Buenos días lo primero. La verdad que sí, no hay duda. Empecé la temporada encontrándome bastante bien, pero solo he podido disfrutar hasta el tour de Azerbaiyán. A partir de este momento, venían carreras importantes, en las que tenía muchas ganas de hacerlo bien como vuelta a Madrid o los campeonatos de España, pero ya me di cuenta que algo pasaba… No eran sensaciones normales. Estuve concentrado en altura, seguía entrenando, ya no sabía que hacer, hasta que me dijeron que tenía este virus. A partir de aquí, ha sido realmente difícil la temporada. Gané en Antzuola llegando muy descansado, creía que se había solucionado el problema, pero no. Ha sido una segunda parte de la temporada muy dura. Y está claro que todo esto ha tenido consecuencias. Esta difícil dar el salto en condiciones normales así que sin poder rendir, las posibilidades son pocas. En el Caja Rural tenía que ganarme el puesto con grandes compañeros, los que han tenido más resultados van a tener la suerte de dar el salto con el equipo profesional. Es normal.
Aun así, Caja Rural te seleccionó como stagiaire. ¿Cómo recibes esta noticia?
Me hizo mucha ilusión, porque tenía la posibilidad de correr alguna carrera en profesional y demostrar cosas. Aunque sabía que con las malas sensaciones que tenía iba a ser difícil. Al final, me dieron la noticia de que correría el tour de Vendée, seguí entrenando con muchas ganas y cuando llegó el día salí a disfrutar, gaste mucho en coger una escapada que no dejaban hacer, pero sobre todo tuve el premio de correr una carrera así después de un mal año.
En Tafalla también tuviste una pequeña inyección de moral con el 5º puesto en la puntuación y en persecución, tu modalidad favorita, fuiste el 3º de los sub-23. ¿Llegaste en el punto de forma que te gustaría?
Sí, en Tafalla me pude defender. Al final del año empezaba a tener un poco más de fuerza, pero no, no llegaba en la forma que quería, porque no podía… (Risas). Pero lo de correr en pista fue algo que no había pensado, fue de una semana para otra, siempre me ha gustado, y al no coincidir con carreras en ruta, me dejaron ir.
También te vimos siendo parte importante del conjunto que logró casi épicamente el Lehendakari con Rosón. ¿Qué sientes cuando ves a un compañero ganar de esa forma?
Con Rosón ya había estado el año pasado y tengo una buena relación, así que siempre hace ilusión que gane un compañero y amigo. Además, siendo un triunfo del equipo, que con la ayuda de todos pudo conseguirlo, fue bonito.
¿Te sientes realizado cuando toca trabajar y ves que el compañero responde?
Sí, sin duda. Cuando das absolutamente todo por un compañero, llegas a meta y te dicen que ha ganado tiene recompensa el trabajo. La verdad que no me cuesta trabajar para un compañero, aunque soy competitivo y lo que realmente motiva es ganarme el puesto y poder disputar las carreras.
Y luego tuviste la oportunidad de quitarte el gusanillo en el Tour de Vendée. ¿Cómo viviste aquella carrera?
Como comentaba antes, con muchas ganas. Seguí entrenando hasta el 6 de octubre con las mismas ganas que en enero. Pude sentirme profesional durante dos días, desde que nos concentramos el día de antes. Disfruté e intenté aprender de todos los compañeros y quedarme con todos los consejos que me daban antes y durante la carrera. En carrera, se salió muy rápido pero la verdad que me encontraba muy bien. Estuve saliendo a todo durante algo más de 60 km pero no se permitía la escapada. Gasté mucho, les «perdí el respeto» muy rápido, y esto junto a una avería me hizo pagarlo al final.
¿Estás contento con tu temporada?
No, para nada. Era una temporada muy importante para mí. Último año de sub 23, y por fin, después de darle muchas vueltas otros años, en el Caja Rural. Y no poder rendir, ha sido muy duro. Ha sido querer y no poder durante media temporada, muchos nervios, agobio… Porque pasaba por delante de mí una gran oportunidad y aunque realmente no ha sido mi culpa, porque no podía hacer nada más que entrenar y esperar, no puedo estar contento.
Y ahora estas como muchos otros, esperando una oportunidad. ¿Qué puede aportar Diego Rubio a un equipo?
Pues creo que muchas cosas, sobre todo seriedad, compromiso y mucho trabajo. Mucha ilusión por progresar y tener un hueco. Confío en mí, y sé que me podría adaptar y rendir bien.
¿Te planteas colgar la bici si no sale una oportunidad en profesionales o no te importaría seguir como élite?
Esta decisión es muy difícil, llevas toda la vida luchando por algo que te gusta y dejarlo todo, es complicado. Aunque antes o después tiene que llegar el momento y sí, lo piensas, porque la situación no es buena, está muy caro dar el salto. Aunque ahora mismo no entra en mis planes, ni me motiva, creo que seguiría otro año ya que ha habido alguna posibilidad y supongo que lo intentaría, seguramente por última vez.
¿Te irías a correr a algún país exótico como va a hacer tu amigo y paisano Paco Mancebo?
Claro, ¡ahora mismo! Estamos como para elegir (risas) y si es con él mejor, seguro que aprendería mucho. Paco es de los que más me anima a seguir y confía en mí.
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