El Norte de Castilla / El pasado de Javi Navas está lleno de promesas frustradas. En junio de 2012, firmó un contrato profesional con el Real Valladolid que quedó en papel mojado. Tras la zozobra, volvió al filial, aguantó seis meses y puso rumbo a Osasuna B, con el que cayó de Segunda B a Tercera. Luego, se fue al Getafe B, donde le convocaron dos veces con el primer equipo, aunque no llegó a jugar. Hace unas semanas, sus agentes, Pepe Mesas y Juanma Barbero, le transmitieron una gran noticia: el Valladolid quería recuperarle para el proyecto del Promesas en Segunda B. El club de su vida le ofrecía un año de contrato y Navas no dudó. «Por supuesto, dije que sí. Valladolid es mi casa. Allí he pasado más cosas buenas que malas. Hubo pocas conversaciones. Desde el primer momento quise volver. Es otra oportunidad para mí y quiero aprovecharla».
Javier Fernández Herranz (Las Navas del Marques, 1991), conocido como Javi Navas, no ha dejado de sentirse blanquivioleta durante su éxodo. En este tiempo, ha acudido a Zorrilla a ver partidos del primer equipo y a los Anexos para ver al filial. «Siempre pensaba que podría volver, pero no tan pronto», apunta. «Tengo muchas ganas de hacer las cosas bien, de demostrar a toda la gente que ha confiado en mí que no se equivocaron. He formado parte de la cantera del Real Valladolid siete años, desde los 14. Allí están mis amigos, todos mis contactos. Ahora soy un futbolista más maduro y he visto cosas que me han venido muy bien».
En enero de 2013, cuando se marchó a Osasuna B, Javi Navas notó la dureza de la Segunda B, nada que ver con la Tercera. Luego, en Getafe, descubrió los inesperados meandros del fútbol. «En Pamplona, teníamos un equipazo y descendimos. Al mes de llegar a Getafe me convocaron para dos partidos en Primera. En uno me quedé fuera de una lista de 19 y en el otro fui suplente en Cornellá. Cuando firmé en Pamplona, pensé que tendría más opciones de jugar en Primera ya que allí estaba Mendilibar. En Getafe, donde Luis García me conocía menos, estaba bien y me subieron rápidamente. Y fíjate los extremos que había: Lafita, Pedro León, Sarabia, Diego Castro, Gavilán... Jugadorazos. Me lesioné, estuve casi tres meses parado y Luis García me volvió a convocar contra la Real Sociedad. Fue un año raro. Era la opción del míster del primer equipo cuando faltaba alguien, pero en el B no tenía continuidad. El fútbol es así de complicado».
Javi Navas también tocó el primer equipo blanquivioleta. En el 2010, viajó a Escocia en pretemporada con Antonio Gómez. En la temporada 2011-2012, debutó en Copa ante el Celta, y en la Liga de Segunda contra el Hércules gracias a Djukic.
Ahora, Navas vuelve al Promesas con más hambre que nunca, sin obsesionarse con saltar a la plantilla profesional. «Voy solo con las idea de hacer las cosas bien en el B, de centrarme allí. Lo demás vendrá solo. Está claro que todos los jugadores del B tenemos el primer equipo en la cabeza, pero solo quiero hacerlo bien en el filial y rendir a mi mejor nivel».
Se encontrará a un nuevo entrenador, Rubén de la Barrera («un técnico que quiere jugar al fútbol, trabajador, con ganas») y a dos refuerzos, Ramiro Mayor y Jorge Hernández, que conoce bien. «Estuve con Ramiro en los entrenamientos con la selección española cuando él jugaba en el Zaragoza. Es un central de gran nivel. A Jorge le conozco de toda la vida. Hemos jugado en contra muchísimas veces, él con el Zamora y yo con el Real Valladolid. Llevamos dándonos patadas desde pequeños. Son dos grandes jugadores. El proyecto es ilusionante. Yo afronto una segunda etapa y voy con más ganas que nunca».
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