Se impuso en la final al jugador madrileño Miguel Gutiérrez
Goyo Ibort / La decimoctava edición del Premio Robledo de Chavela estrenó formato exprés, concentrando el torneo en apenas 15 horas y dando cabida a la competición del cuadro principal y de los cuadros de sendas consolaciones, B y C. Todo ello, dentro de la programación de acontecimientos por las fiestas locales.
De este modo, se mantuvo la filosofía iniciada por el club K y K de jugar la mayoría de finales posibles, en pugna por los puestos de campeón, tercero, quinto y noveno clasificado.
El jugador abulense Antonio Hernández, número 1 del ranking de torneos históricos (con raquetas de madera), también alzó el trofeo de vencedor con raquetas contemporáneas.
Hernández se impuso en dos sets al tenista madrileño Miguel Gutiérrez, que se estrenaba con subcampeonato en este tradicional torneo robledano.
Antonio levantó el león de piedra que le acreditaba como campeón y recibió el premio especial de Sidrería El Manzano.
También en dos sets se adjudicó la final por el tercer puesto Eduardo López, reeditando un encuentro de treinta años atrás con su buen amigo Paco Agustín.
El quinto lugar se lo ganó Alberto Agustín (hermano del anterior) a Enrique Vinuesa, igualmente en dos mangas; mientras que el noveno puesto lo alcanzó Alfonso Martín al superar a Paco Lavalle.
En esta edición tomaron parte jugadores de diferentes núcleos de población de Robledo de Chavela, de Ávila, Colmenarejo, El Escorial, Las Rozas de Madrid, Madrid y Valdemaqueda.
La entrega de premios estuvo presidida por los concejales del Consistorio robledano Javier González y José Silva. Los participantes recibieron regalos de Dunlop y conmemorativos de Roland Garros, Wimbledon y Mutua Madrid Open, así como del propio Ayuntamiento de Robledo de Chavela.
Como es habitual, el torneo se celebró en apoyo de las campañas de la Asociación Madrileña de Ayuda a la Infancia, Amaif; y de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), con quienes K y K colabora desde hace 8 y 20 años, respectivamente.
Los participantes dispusieron en pista de agua y bebidas isotónicas frías en cada encuentro, de completo botiquín farmacéutico, de servicio de fotografía y, además, de servicio de duchas y vestuarios y de restauración concertada en Sidrería El Manzano; siendo pelota oficial del torneo Dunlop Pro Series.
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