“Me dí cuenta que si seguía no iba a bajar bien… hubiera significado jugarse la vida”
La expedición BBVA regresará la semana que viene a Madrid
Carlos Soria, feliz tras el intento de cumbre en el Kangchenjunga |
@deportesavila / El alpinista Carlos Soria se quedó el pasado lunes con la miel en los labios, faltándole menos de 500 metros para llegar a la cumbre del Kangchenjunga. La veteranía y prudencia del abulense se ha demostrado una vez más. Once personas alcanzaron ese día la cima del Himalaya, de las que desgraciadamente cinco han fallecido.
Los alpinistas húngaros Zsolt Eross y Peter Kiss, el coreano Park Nam Su, y dos sherpas, Phurba y Vivas Sherpa, son las víctimas mortales originadas en el descenso del Kangchenjunga.
Afortunadamente, Carlos Soria se encuentra sano y salvo en el campamento base después de tomar la decisión de no continuar hasta la cima cuando se encontraba a unos 8.300 metros de altura. Según los cálculos del veterano monañero, el tiempo que le faltaba para alcanzar la cumbre no le daba suficiente margen para poder descender con seguridad.
Otras expediciones que perseguían el mismo objetivo hollar el Kangchenjunga continuaron adelante, empleando unas cinco horas, no afectando a los españoles Òscar Cadiach y Lluís Ràfols.
El estado físico de Soria es bueno, aunque se encuentra cansado después del intento de cumbre del pasado lunes. Cuenta de primera mano cómo se han desarrollado los acontecimientos y las razones de su renuncia a la cumbre: “Cuando llegábamos a 8.300 metros aproximadamente, llegamos a un punto donde me decían que quedaban 2 ó 3 horas hasta la cima, pero yo calculaba que no era así, que tenían que ser más. De hecho la gente que subió tardó 5 horas hasta la cumbre. Me dí cuenta de que si seguía no iba a bajar bien, estoy seguro, porque no había cuerdas y era un terreno muy difícil y peligroso”, ha afirmado Carlos desde el Campo Base. “En aquel punto decidí que no subía, a pesar de los ánimos de Muktu, que quería que siguiéramos. Pero le dije que no, que nos íbamos para abajo. Seguir hubiera significado jugarse la vida, y obviamente era mejor no exponerse tanto, porque es algo que no he hecho nunca. No me di la vuelta porque estuviese mal, en absoluto, sino por prudencia”, continuaba.
Carlos Soria ha querido además mandar un recuerdo para los familiares de los alpinistas desaparecidos: “Hubo gente que decidió seguir, y llegaron a cumbre 11 personas pero cinco no han bajado. Al llegar al Campo IV nos fuimos enterando de las desgracias que ocurrían. A veces sucede que hay gente que cuando está por arriba lo ven tan cerca que no se piensa con tranquilidad… yo siempre he dicho que hay que pensar que tienes que bajar, y en unas condiciones aceptables. Lo malo es que desde tan arriba no se puede ayudar a nadie a bajar. Mando un abrazo a todos los compañeros alpinistas y a las familias. Esto es una tragedia”.
Además, la Expedición BBVA ha anunciado que la semana que viene estarán de vuelta en Madrid: “Ahora toca volverse, porque aquí no hay nada que hacer. Hemos perdido muchas cosas en la avalancha que se llevó el Campo II. Y además la temporada se acaba y el monzón puede venir en cualquier momento. No hay posibilidad de hacer un ataque a cumbre con éxito de ninguna manera. Y además, pesa mucho estar en una montaña en la que ha pasado esto”.
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