Carlos Gutiérrez |
Gorama Cycling / Los meses de invierno son sinónimo de cambio de chip para todos los ciclistas. Atrás queda la temporada de este año, y toca pensar ya en lo venidero entre sesiones de gimnasio y salidas en bici 'a baja temperatura'. El ciclista abulense Carlos Gutiérrez no es ajeno a esta dinámica. Tras completar su primera temporada en las filas del Gomur-Liébana, afronta la próxima renovada con la misma ilusión de siempre. "Esta temporada será mi último año como sub-23 y me gustaría poder dar otro paso más allá. Aunque es un camino complicado, el objetivo es claro: intentar subir a profesionales", explica.
Un sueño que sólo se cumplirá con una receta simple: trabajo + esfuerzo + resultados+ un poco de suerte. Las dos primeras variables las tiene muy interiorizadas. Las otras dos ya no dependen exclusivamente de él. Aunque no ha podido alzar los brazos esta temporada, a punto estuvo de hacerlo en Arévalo -2º-, además de firmar otros seis puestos más en el top-10 en pruebas como la Vuelta a Segovia o la Vuelta a Ávila.
Precisamente en su Ávila natal empezó su idilio con la bicicleta. "Empecé en el ciclismo a los 6 años. Siempre estaba con la bici y mis padres me apuntaron a una escuela de aquí de Ávila. Recuerdo que mi primera carrera fue en Zamora y los nervios que tenía al competir por primera vez". Un juego de niños que, al ver que valía para ello, se fue convirtiendo en un modo de vida. "Con el transcurso de los años dejó de ser un juego para transformarse en una forma de vida, todo lo que tiene relación con mi día a día gira en torno a mi progreso como corredor".
A pesar de sus 21 años, Carlos ya ha demostrado cuáles son sus principales cualidades cuando se sube a la bici. "Me considero escalador, me gustan las carreras duras que tengan puertos largos, que es donde me mejor me suelo defender". Por delante tiene toda una temporada para seguir demostrando su valía y que la pizca que suerte que hace falta para cumplir su sueño le acompañe.
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