El Porsche 997 RSR |
La mala fortuna se conjuró en la mañana del pasado domingo en Estoril (Portugal) en contra del equipo español Drivex formado por el piloto abulense Miguel Ángel de Castro y el portugués Miguel Amaral. Cuando su Porsche 997 RSR marchaba camino de una posible victoria, y un más que seguro pódium, un problema con uno de los gatos hidráulicos les hacía perder más de un minuto en la parada final en boxes para cambiar ruedas y piloto, terminando en la séptima plaza.
La carrera comenzó con De Castro al volante, marcando un buen ritmo, y manteniéndose en cuarto lugar a poco más de cinco segundos de los líderes en todo momento, sabedor de que en la primera parada en boxes podría superar a varios rivales al tener que cumplir menos hándicap. De esa manera, tras tomar el relevo Manuel Giao, y cuando se cumplía la primera hora de carrera, el coche de Drivex marchaba en segunda posición, otorgando unos puntos vitales al lisboeta en su lucha por el título.
Durante la segunda hora de carrera, las cosas marchaban según lo previsto, hasta el fatídico cambio de Giao por Amaral, que fue cuando se produjo el relatado incidente. Tras este meeting, el Iber GT no volverá a ponerse en marcha hasta el mes de septiembre, con la disputa de la quinta prueba de la temporada en el circuito de Portimao, situado en el Algarve portugués.
Al finalizar la carrera, Miguel Ángel de Castro declaraba que “en mi relevo todo fue bien. Rodaba muy cómodo en cuarta posición, sabedor que cuando le entregara el coche a Giao, éste podría avanzar varias posiciones sin arriesgarnos a un golpe en un adelantamiento. Tan es así, que cruzamos por meta segundos al término de la primera hora de carrera. Lo que nadie podía prever era el problema con el gato delantero. Es una pena perder un gran resultado por algo así.”
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