Los padres de los niños que juegan la liga B infantil continúan con sus protestas por el pésimo estado del anexo del Adolfo Suárez
El terreno de juego, un lodazal anegado |
Cierto. Nos seguiremos quejando hasta que los campos de fútbol en los que nuestros hijos tienen que jugar en la competición organizada por la Federación de fútbol están en buenas condiciones. Corrijo, hasta que el Anexo 2 del Adolfo Suárez esté en buenas condiciones, y no como nos le llevamos encontrando un sábado sí y otro también. Y siempre los mismos equipos.
Esta mañana, 19 de noviembre, los partidos han sido suspendidos. En ellos jugaban niños que han viajado desde Hoyo de Pinares y desde Cebreros, más los que jugando en equipos del Club Colegios Diocesanos y de la Casa Social, también vienen de algún pueblo. ¿Y para qué? ¿Para encontrarse con este campo y tener que esperar a que el árbitro tenga que suspender el partido porque el campo está imposible? ¿No hay nadie que se acerque a ver si se puede o no jugar en él, según llovió ayer por la noche y durante la mañana? No sé, tal vez pensaban que lo que iban a hacer estos 128 muchachos era pescar o cazar ranas...
Creo, que todos los clubs pagan la misma cantidad a la Federación por cada equipo, sin distinción de estar en la liga A o en la B. ¿Por qué la Federación de Fútbol si hace esta distinción? No quiero pensar que por estar en la liga B se tiene que jugar siempre en los peores campos, porque de ser así, tal vez sería una actitud discriminatoria, y en nuestra sociedad, gracias a la clase de ciudadanía, todos sabemos que esa palabra no debe existir. Y los niños también lo saben. Son lo que mejor lo saben. Al igual que conocen el significado de la palabra "rotación", que por cierto, y si alguien no lo sabe, existe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario