Ha gestionado los campos de golf de Navaluenga y Candeleda
Campo de golf de Navaluenga |
@deportesavila / EQUO Castilla y León solicita a la Fiscalía Superior de nuestra comunidad autónoma que investigue las actividades y relaciones de la Fundación de Golf de Castilla y León y el destino de los casi 500.000 € en subvenciones públicas que han gestionado en los últimos años.
Para el partido político EQUO Castilla y León, deben aclararse los numerosos aspectos que rodean a esta opaca y en estos momentos desaparecida Fundación.
Haciendo un poco de historia, EQUO Castilla y León recuerda que la Fundación de Golf de Castilla y León de constituyó como fundación sin ánimo de lucro en el año 1997, auspiciada por la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León para promocionar y popularizar el deporte del golf, fundamentalmente en Castilla y León, a través principalmente del desarrollo y gestión de campos de golf municipales. Tanto el nombre, como el logotipo y las actitudes de las que hacían gala sus cargos, tenían la pretensión de hacerse pasar por un organismo oficial dependiente de la Junta de Castilla y León, pero en realidad sus promotores eran personas vinculadas a empresas constructoras de la comunidad, como es el caso de Alberto López Soto, recientemente nombrado Presidente de la Asociación Vallisoletana de Empresarios de la Construcción (Aveco) y hasta el año 2009, fecha en la que desaparece la Fundación, Vicepresidente de la misma. Sin embargo este no es el único caso en el que puestos de responsabilidad de la Fundación de Golf de Castilla y León son ocupados por personas del mundo de la construcción.
Desde el momento de su constitución, esta Fundación se ha dedicado a construir y gestionar numerosos campos de golf en diversos municipios de la Comunidad, gracias a lo cual ha logrado manejar sólo entre los años 1997 y 2003 el 90% del dinero de la Junta de Castilla y León destinado a estas actividades, en total casi 500.000€ a los que habría que sumar una cantidad no conocida de dinero invertido por los propios Ayuntamientos y otras entidades. Sin embargo, en la mayoría de los casos, tanto el desarrollo como la posterior gestión de estos campos de golf ha estado plagada de oscurantismo e irregularidades, como ha ocurrido, entre otros con los de Candeleda y Navaluenga en Ávila o los de Morón de Almazán en Soria o de Béjar en Salamanca. EQUO Castilla y León recuerda que finalmente, todos estos campos de golf han terminado pasando a manos bien de los propios ayuntamientos o de empresas privadas, ante el abandono por parte de la Fundación de sus responsabilidades en ellos y en algunos casos después de las denuncias del propio consistorio.
En la actualidad, la Fundación de Golf de Castilla y León se encuentra en una situación legal imprecisa, lo que ha impedido que se hayan podido entregar las más de 40 órdenes judiciales que tiene pendientes, entre citaciones, requerimientos y otros asuntos, pero que no ha evitado su colaboración reciente con el Ayuntamiento de Valladolid en una operación urbanística irregular, finalmente tumbada gracias a la denuncia de Ecologistas en Acción.
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