@deportesavila / El pasado sábado acudían a la convocatoria de junio de exámenes de cinturón negro, celebrada como cada año en Villaviciosa de Odón, tres deportistas del Sound Body, Jorge Fernández Velayos, María José Luque Rasilla y Diego Pindado, con el reto de superar las pruebas pertinentes para alcanzar el cinturón negro 1º grado.
Más allá del valor profesional que pueda tener conseguir un cinturón negro de kickboxing, aspecto nada desdeñable, este cinturón expresa el resultado de un tiempo prolongado de práctica, de disciplina y aprendizaje, de conocimiento de uno mismo y de la posibilidad de mejorarse a través del esfuerzo y el trabajo y de la confianza puesta en un entrenador. Más que el final de un camino y de la habilidad marcial conseguida, lo más importante es la mejora de la autoestima y la convicción de que con trabajo uno puede superarse en cualquier cosa que se proponga.
En el caso del deporte del kickboxing se requiere un tiempo mínimo de tres años de práctica intensa y los candidatos, además de cumplir con los tiempos reglamentarios en los distintos grados expresados a través de cinturones (amarillo, naranja, verde, azul, marrón ), deben mostrar una actitud respetuosa, humilde y deportiva y superar una serie de pruebas compuestas por teoría, encadenamientos técnicos o formas, sombra, manoplas, cuerpo a cuerpo, sparring y contraesparring, saco y/o paos y dos combates.
El Club Sound Body ya ha creado escuela a través de la formación de decenas de cinturones negros pero continúa trabajando y edificando en todas las personas nuevas que se incorporan cada mes.
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