@deportesavila / El Casa Social Católica de la Segunda División masculina se desplazaba al País Vasco para disputar dos partidos -uno de ellos aplazado- ante el Galdakao BT, de Galdácano (Vizcaya), y el UDAPA de Vitoria (Álava). Aún con la plantilla mermada por las lesiones, el equipo abulense rindió a un nivel excelente y regresó con cuatro sets que, si la clasificación los recompensara como en categorías superiores, dejarían al equipo en otra posición mucho más alta.
El CSC firmó en la cancha vizcaína uno de los partidos a más alto nivel de esta temporada. El equipo galdacanés, que es una plantilla compacta, con experiencia y muchos recursos técnicos no pudo llevarse el partido por la vía rápida como sí ocurrió en Ávila. El primer set reflejó un juego ordenado y aplicado del equipo de Plaza, que demostró que puede derrotar a cualquier equipo.
3 GALDAKAO BT:
Di Martino, Fernández, Salvador, Pravato, Uría y Stipcich + (Moreno). Alonso, Alarcón, Caraballo, Valderrey y Arrieta.
2 CASA SOCIAL CATÓLICA:
Sánchez, Calle, Rodríguez, Sampedro, Plaza y Martín. Caídas y Mosquera.
PARCIALES:
21-25, 25-16, 25-15, 19-25 y 15-11.
ÁRBITRO:
Castellano.
CANCHA:
Pabellón Municipal de Urreta, Galdácano (Vizcaya).
La segunda manga fue una revancha en juego del equipo local, que afinaba los gestos técnicos, -en especial, el saque, con grandes rachas- y el equipo abulense no podía controlar la recepción y reconstruir, pero tampoco bajó los brazos.
La tercera fue de un cariz parecido: el equipo de Galdácano llevaba la voz cantante ofensivamente, desde el saque hasta el ataque y los de Ávila no podían ajustar la recepción. Algunos fallos no forzados en saque y ataque dejaban el set en bandeja a los vascos.
En el cuarto set, el equipo vasco bajó el nivel y los abulenses se les subieron a las barbas con jugadas osadas y conciencia de ataque. Además, defendían bien y podían reconstruir forzando bloqueos fuera y sacando igualmente con cabeza. La igualdad en el marcador llegó y se forzó una más que merecida quinta manga.
El quinto set fue un toma y daca continuo en igualdad. Los de Galdácano avanzaban y los de Ávila neutralizaban la ventaja. Sin embargo, al final del set, cuatro jugadas seguidas de bloqueo tocado por parte del Galdakao BT, que el árbitro declaró no haber visto, decantaron la victoria para un equipo local que había visto las orejas al lobo y que, por ello, no la celebró.
El segundo partido, ya en tierras alavesas, fue diferente pues el equipo abulense tuvo algunos problemas de lesiones en el desarrollo del partido por el esfuerzo que hicieron los jugadores y no rindió al mismo nivel que en el partido anterior. El primer set fue un intercambio continuo de jugadas por parte de ambos equipos, con un juego poco constante y defectuoso. Finalmente, los de UDAPA se llevarían el gato al agua por falta de atención abulense en la defensa.
3 UDAPA:
Gutiérrez, Sánchez, Sevilla, Santana, Vegas, Villén + (Correa, B). Correa, T., Gómez, Marín, Barreiro, Romanovsky y Daubanga.
2 CASA SOCIAL CATÓLICA:
Mosquera, Calle, Caídas, Sánchez, Plaza y Rodríguez. Sampedro y Martín.
PARCIALES:
25-21, 25-16, 8-25, 21-25 y 15-13..
ÁRBITRO:
Correa y Salgado.
CANCHA:
Pabellón de Aranalde de Vitoria (Álava).
La segunda manga siguió unos derroteros similares, pero con el equipo de Ávila más frío y atenazado. Los verderones (UDAPA) golpeaban fuerte en la red y los de negro (CSC) no estaban bien posicionados en el campo para responder y reconstruir. Además, estaban bastante fallones en ataque y saque, por lo que la distancia de UDAPA fue mayor.
En el tercer set apareció el espíritu del día anterior, que surge, en parte, de la experiencia de los jugadores de Ávila. Se comenzó a aplicar lo entrenado y conversado a nivel técnico en saque, ataque contra bloqueo, búsqueda de huecos y forzado de errores en el equipo rival y se dejó el marcador con una abultada diferencia que dejaba en espejismo los sets anteriores.
El equipo de la Casa bajó los brazos por cansancio o sobreesfuerzo y la igualdad volvió al marcador, pero el pundonor de los de Plaza seguía presente y se peleó y luchó en todas las líneas para llevarse la victoria, esta vez con menos diferencia.
En el desempate, la igualdad volvió al marcador y ningún equipo podía distanciarse del otro con holgura. Los puntos finales pudieron caer del lado de cualquiera de los dos equipos, pero cayeron del lado vitoriano, por lo que el equipo abulense se volvía sin recompensa para el tremendo esfuerzo que realizó la exigua plantilla de Juan Plaza.
“Grandísimo esfuerzo de los jugadores en una liga de alto nivel”
Juan Plaza comentaba, sobre el primer partido: “El equipo hizo un partido serio, tratando de tú a tú al rival, donde hubo momentos en los que la experiencia del rival movió la balanza a su favor, pero el equipo supo sobreponerse”. El entrenador candeledano también comentó con disgusto lo acontecido en el quinto set: hubo varias jugadas no pitadas a favor de Ávila que fueron claves y que los jugadores rivales tuvieron que admitir a la finalización del partido.
Sobre el segundo partido, Plaza destacaba el cansancio por el esfuerzo del partido anterior. “Llegábamos con mucha moral tras el 0-3 encajado en casa, supimos quitarnos complejos, esperar nuestro momento, y dar la vuelta al partido, aunque no se pudo culminar”.
En resumen, destaca el esfuerzo titánico hecho por los jugadores que, con una plantilla tan reducida actualmente, se produce en una liga con equipos muy experimentados y a un alto nivel.
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