Carlos Soria en la Cascada de Hielo (Foto: Darío Rodríguez) |
Desnivel / A las 9,30 de la mañana, hora local, el alpinista abulense Carlos Soria hacia cima en el Lhotse. Era el primero en hollar esta montaña de 8.516 metros, haciéndolo horas después otros montañeros españoles que lo intentabn como Juanito Oiarzabal, Juanjo Garra, Carlos Pauner y Javier Pérez. A sus 72 años, Soria consigue su undédimo ocho mil y ya lo sólo le faltan tres para completar los 14: Anapurna, Kanchenjunga y Dhaulagiri.
Carlos Soria estaba cansando a su llegada al campo 4 pero muy contento. Nos comentaba que la vista desde la cima del Lhotse es fantástica Este es un resumen de la conversación que hemos mantenido con él cuando se encontraba ya en el campo 4: “Todo ha sido muy duro. La noche anterior la pasé casi sin beber y picando algo debido a que tuve que compartir la tienda con los tres sherpas. Pero la montaña es preciosa. Una maravilla. Hemos llegado a la cima, Muktu sherpa y yo, a las 9,30. Hemos tomado un poco de oxígeno en la subida, pero yo he bajado sin usarlo. Hemos subido con un litro y medio de oxígeno por minuto los últimos 500 metros. Llevábamos una botella cada uno. En la bajada no lo he usado porque, entre otras cosas, no podía ponerme las gafas con la máscara de oxígeno y eso muestra que podría haber subido sin él, porque si subes con oxígeno y te lo quitas a la bajada puedes pasarlo muy mal. Muktu ha bajado todo el camino prácticamente con el oxígeno puesto. La última parte de la ascensión es muy bonita porque el paisaje es fantástico, y la llegada la cumbre es bellísima, con una vista perfecta del Everest y de las aristas que llevan a la cima del Lhotse. El problema es que la máquina de fotos no me funcionaba aún a esa hora y tuve que esperar un poco y calentarla para poder hacer fotos en la cumbre. El corredor por el que se asciende es una maravilla. He subido a un ritmo que me parecía el lógico. Muktu sherpa y yo hemos llegado a las 9,30 de la mañana, el oxígeno seguro que algo hace, aunque también te molesta un poco. La decisión de usar oxígeno fue debida a que la última noche la pasé fatal, sin casi poder derretir agua….”
Carlos Soria había alcanzado el campo 2 no muy animado. No se encontraba tan fuerte como de costumbre. Sin embargo, al día siguiente, llego al campo 3 más positivo. Pero pasó una noche en no muy buenas condiciones. Su sherpa Muktu, para no portear la tienda, había llegado a un acuerdo con una expedición nepalí para que les prestaran una tienda. Los miembros de la expedición nepalí, que tienen mucha admiración por Carlos Soria, aceptaron encantados. Sin embargo, cuando llegó al campo 3, solo le pudieron ofrecer una pequeña tienda que también utilizaban de almacén, en la que Carlos tuvo que dormir solo (esto no es problema) y hacer agua derritiendo nieve no solo para él sino también para Muktu.
El día siguiente fue duro “Todos hemos llegado muy cansados, se nos ha hecho muy largo. Casi seguro que utilizaré oxígeno.” Lo peor fue que le tocó otra noche dura por delante. Nueva sorpresa: en su tienda dormían Muktu y otros dos sherpas que no eran suyos ¡cuatro personas a casi ochomil metros! También le tocó picar en la nieve para instalar la tienda. “No hay un buen sitio donde instalar el campamento. “
Todos estos inconvenientes no lograron desmotivarle y, hoy 21 mayo, alcanzaba la cima junto con Muktu Sherpa. Por su parte Juanito Oiarzabal, Juanjo Garra, Carlos Pauner y Javier Pérez (este último con oxígeno –tres botellas-) alcanzaban la cima a las 14,00. No tenemos noticias de si los otros alpinistas de nuestro país que la intentaban (Miguel Ángel Pérez, Roberto Rodrigo, Isabel García la han alcanzado o no, aunque pensamos –no confirmado- que se retiraron).
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