Ángel G. Alameda / Séptima derrota de la temporada para el Real Ávila -segunda consecutiva y segunda en casa-, en un partido que fue una pesadilla para los jugadores, el entrenador y el público encarnados. La trayectoria que lleva el cuadro abulense, en picado desde hace muchas jornadas, han hecho que en toda la segunda vuelta -desde que comenzó 2018- únicamente haya sido capaz de conseguir una victoria, o lo que es lo mismo, siete puntos de treinta posibles.
Nadie entiende los malos resultados obtenidos -y lo que es peor el pésimo juego y la actitud sobre el terreno de juego- de un equipo que llegó a ser líder en solitario. Caía merecidamente ante el filial del Numancia con dos goles en la segunda parte, el primero de ellos nada más salir de los vestuarios tras el descanso, y además fallaba su quinto penalti de la temporada. Todo en cúmulo de despropósitos para quien aspiraba a jugar el play off y que gracias al colchón de puntos obtenidos en la primera vuelta no corre peligro de descenso. No es de extrañar que lo que antes eran rosas se haya convertido en espinas y desde la grada los pitos fueran la nota musical imperante en la fría tarde del domingo.
El once inicial del Real Ávila |
Al Real Ávila se le va a hacer demasiado largo lo que resta de competición sino hay un cambio radical en los partidos que restan. El encuentro realizado frente al equipo soriano solo cabe calificarle como pésimo, donde el disparo lejano de Domenech a los dos minutos de comenzar, que se marchó fuera, pegado a la base del poste izquierdo del marco numantino, fue un espejismo de los despropósitos que vendrían a continuación.
A los cinco de juego, un contraataque peligroso del equipo visitante lo culminaba mal Guillermo. Un minuto después, disparaba alto Cota, quien en el 17 se iba de Oli y tiraba cruzado al segundo palo, saliendo fuera la pelota. Las ocasiones del Numancia B, culminaban sin éxito, como tampoco el lanzamiento de falta de Domenech en el 19 desde cerca de la media luna, que desvió a córner Samu.
Centro de Checa ante Javi de Mesa |
El control del partido estaba en las botas del rival según iban pasando los minutos, si bien sus acciones no se habían concretado en nada digno de mención y salvo un remate de cabeza de Marcos a cinco minutos para el descanso, tras botar su equipo una falta lejana desde la derecha, no hubo nada más digno de mención.
La segunda parte arrancó de manera accidentada para el Real Ávila. Nada más sacar de centro, en la primera jugada del Numancia B, el balón conducido por la izquierda le llega a las botas de Beli, que solo en el punto de penalti bate a Julen. La afición se quedaba perpleja porque parecía que los futbolistas locales aún no habían salido de los vestuarios, y fue una clara muestra de la desastrosa segunda mitad encarnada.
Llorián y el bigoleador Beli |
A diez de la reanudación pudo venir el segundo gol visitante en una mala salida de Julen, aunque el portero al final rectificó y pudo parar un cabezazo de Alfredo. Apenas inquietaba el Real Ávila, que en el segundo tiempo solo hizo un disparo de Domenech a Samu, que además salió fuera.
El técnico local hizo su primer cambio, sustituyendo a Jota por Edu, con el fin de dar mayor mordiente ofensivo a su equipo. Una decisión que fue silbada desde la grada, poco antes de que viniera el segundo gol del Numancia B y también el segundo de Beli, sentenciando a los locales que se quedaron totalmente tocados.
0 REAL ÁVILA:
Julen, Josito, Issa, Llorián, Oli, Jota (Edu, m. 63), Rubén Ramiro, Domenech (Raúl Arroyo, m. 78), Iván Vila (Roa, m. 86), Javi de Mesa y Etienne.
2 NUMANCIA:
Samu, Checa, Raúl Álvarez, Pomareta, Marcos, Cristian (Ander, m. 54), Beli, Guillermo (Albitre, m. 74), Alfredo (Álvaro, m. 81), Vallejo y Cota.
GOLES:
0-1 Beli (m. 46).
0-2 Beli (m. 66).
ÁRBITRO:
Francisco Rivera García (Valladolid). Mostró tarjetas amarillas al local Domenech y al preparador físico del Real Ávila, Iván Asín, así como al visitante Cristian.
INCIDENCIAS:
Encuentro correspondiente a la trigésimo primera jornada del grupo VIII de Tercera División, disputado en el estadio Adolfo Suárez, con asistencia de unos 350 espectadores.
La posibilidad de reducir distancias la tuvo el Real Ávila en el minuto 69 cuando el árbitro pita un claro penalti a Javi de Mesa. Decide lanzarlo Llorián y se lo para el portero numantino, adivinando las intenciones del defensa, tirándose al lado izquierdo de su marco y metiendo el puño para mandar el balón a saque de esquina.
El partido estaba perdido y la ambición local también, con una bajada de brazos del conjunto encarnado, que podía haber propiciado un marcador mucho más doloroso si en el 81 Oli no hubiera rectificado una garrafal salida de Julen. El castigo para el Real Ávila ya se había producido. Ahora puede rectificar en el compromiso que tiene de nuevo en el Adolfo Suárez el Jueves Santo del suspendido en su día por la nieve frente al San José, habiéndose aplazado el partido que debía jugar ante el Zamora de la trigésimo segunda jornada como consecuencia de la disputa por Castilla y León de la Copa de Regiones UEFA.
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