12 de octubre de 2017

POLIDEPORTIVO – El arevalense Julio Jiménez fue 5º en el campeonato de Euskadi de levantamiento de piedras pequeñas

El Mundo Deportivo / A veces, la realidad supera la ficción. La historia de Julio Jiménez parece salida del guión de ‘Allí abajo’, la serie de televisión que cuenta las vivencias de un vasco por Andalucía. Cambien Sevilla por Ávila y todo encaja. Porque este ‘morrosko’ de 1,80 m. y 120 kilos, nacido en Arévalo hace 46 años, es harrijasotzaile. Y no de los malos. Su quinto puesto en el Campeonato de Euskadi de piedras pequeñas, celebrado el pasado 1 de octubre, así lo atestigua.

Julio Jiménez -nada que ver con el legendario ciclista abulense del mismo nombre, aparte de ser paisanos- destacó en otros deportes de fuerza como el ‘powerlifting’ (trabajo con pesas) y, especialmente, en el ‘strongman’, “pruebas de forzudos como arrastrar camiones, volcar coches o levantar piedras, pero no al estilo vasco”, puntualiza. En 2010 se proclamó campeón de la Liga Nacional de Fuerza y al año siguiente se convirtió en profesional de esta disciplina. “Pero tuve una lesión, rotura del tendón de Aquiles, y tuve que dejarlo”, recuerda.

No obstante, los primeros coqueteos con el ‘harrijasotze’ los tuvo hace más de 20 años: “En el Campeonato de España de Powerlifting de 1995, Iñaki Perurena hizo una exhibición. Nos dejó probar con una bola de 100 kilos y el único capaz de echársela al hombro fui yo. Fue entonces cuando empezó a llamarme la atención lo de las piedras”.

En los años posteriores, hizo varios viajes a Euskadi para entrenar con figuras como Goenatxo o Isaac Martínez ‘Tigre de Salinas’. La cuestión quedó en ‘stand by’, pero se reactivó tras la citada lesión que le obligó a dejar el ‘strongman’. Volvió a recorrer asfalto con rumbo norte junto a compañeros como el madrileño Sergio Mielgo, que también se ha hecho ‘harrijasotzaile’. “Un día, acudimos a un entrenamiento y al que mejores maneras le vieron fue a mí. Y me invitaron a participar en la Piedra de Etxauri”, recuerda.

En la localidad navarra se levanta una antigua piedra irregular de 136,5 kilos, sin asideros. La edición de 2015 fue la primera competición de ‘harrijasotze’ para Julio. Perseveró y empezó a competir de forma regular. En este 2017, cumplimentó su licencia con la Federación Vizcaína de Herri Kirolak, lo que le ha permitido estrenarse en torneos oficiales. Fue tercero en el Campeonato de Bizkaia. Y el pasado día 1, en Aizarnazabal, acabó quinto en el Campeonato de Euskadi. Dejó por detrás a un sexto participante, Gorka Etxeberria. La labor: hacer el mayor número de alzadas posibles con cuatro piedras diferentes (rectangular y cilíndrica de 125 kilos, cúbica de 112,5 y bola de 100). “Nos habíamos puesto como objetivo una media de diez alzadas por piedras y logramos quince”, señala.

Además de competir en Euskadi, Julio está haciendo cantera en Castilla. Junto al madrileño Lucio Doncel, exseleccionador nacional de ‘powerlifting’ y autor de libros sobre levantamiento de piedra, ha formado en Arévalo el grupo ‘Vive la Piedra’, en el que nueve jóvenes se inician en este deporte. En mayo organizaron el primer Campeonato de Castilla y León. En féminas, el título fue para la segoviana Julia Martínez, que el pasado sábado corroboró su valía ganando el torneo de Algorta por delante de Karmele Gisasola, hija del mítico ‘Zelai’.

Julio ve muy difícil que en un futuro un castellano pueda calarse la txapela de campeón de Euskadi como el pasado día 1 hiciera Aimar Irigoien, al que el abulense define como “el Messi del levantamiento de piedras. Le da lo mismo grandes que pequeñas. Barre con todo”. Aún así, seguirá trabajando para que el harrijasotze se conozca fuera de Euskadi. “Pero lo importante es que no se pierda la esencia. Se podrá hacer en Castilla o en Madrid, pero es un deporte exclusivamente vasco. Si viene gente a probar, tiene que ser con el estilo el que tenéis allí”, deja claro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario