16 de enero de 2018

POLIDEPORTIVO – Víctor Hernández y ‘Maverick’ triunfan en Miguelturra en la Liga de Mushing de Castilla La Mancha

Víctor Hernández en el centro del podio
@deportesavila / Después de una “semana muy dura de trabajo” que les hizo llegar “un poco más justos, con pocas horas de descanso”, el musher abulense Víctor Hernández Martín (Kimacross) y su perro Maverick lograban la victoria en la carrera de canicross de la tercera prueba de la Liga de Mushing de Castilla La Mancha, celebrada en la localidad de Miguelturra, realizando una remontada. 

Maverick “dio un sustillo a principios de la semana pero se pudo recuperar y ya el jueves entrenó con normalidad”, mientras que el otro can, Kilian, ayudaba a entrenar, participando con Lorena en bikejoring, “sin pretensiones” y con el único objetivo de “salir a disfrutar”.

El circuito manchego era un gran aliciente para competir, “una pasada”, “divertido, precioso, duro, rápido, lento, técnico con el barro y con la distancia justa para poder explotar las características de nuestra disciplina, canicross sprint”, comenta Víctor, calificándole de “espectacular” en los 4.400 metros del recorrido de que constaba la prueba.

Víctor Hernández se desplazaba hasta el lugar de la carrera “más concentrado”, gracias a los consejos de Fernando, su entrenador, que es doble campeón de España de canicross en los años 2015 y 2016, además de ser medalla de plata y estar en séptima posición en el mundial.

Tras pasar los rutinarios controles veterinarios, ayudaron a Lorena y Kilian en la salida de su carrera, entrando este binomio en meta con un último kilómetro por encima de los 30 km/hora, con picos de 37, siendo terceros en meta.

Sin tiempo apenas para el calentamiento, Maverick salió “como una moto” pero quedándose “en medio de la cabeza de carrera”. “Gracias al trabajo previo no nos ponemos nerviosos”, comenta Víctor de la salida cuesta arriba, adelantando a tres equipos hasta colocarse segundos, a unos 15 ó 20” del primero, que llevaba ya mucha ventaja. No se cebaron y en un tramo con varios giros y zig/zag recuperan unos metros. “Ir detrás es más sencillo en los giros porque Maverick no tiene dudas, simplemente les sigue”, señala el abulense 

En esos giros se acumula el barro, circunstancia que no impide que vayan recortando metros poco a poco hasta que sobre el kilómetro 1,5 se ponen a la estela del primero. Maverick quiere adelantar y lo consigue, aunque pocos metros después los rivales se ponen en paralelo. El can de Víctor “vuelve a acelerar, no le gusta ir detrás, así que volvemos a ponernos en cabeza”. 

Llegan a una rampa bastante dura y con mucho barro. Ahí las zapatillas del corredor “se embozan y piso sin tener sensibilidad del terreno, con mucha inestabilidad”. Intenta limpiar la suela para evitar el riesgo de esguinces en el tobillo. Víctor se nota algo justo y se relaja yendo al tran tran, “sin exigirme”, hasta que ve el último repecho antes de 400 metros en bajada a meta, pensando “en no sufrir más y simplemente mantener la ventaja”. 

Menos mal que Maverick trabaja al máximo en el repecho “aprieta, sube el ritmo y esto me hace cambiar el chip”. “Hacemos los últimos cientos de metros a todo lo que me queda dentro”, comenta el abulense, que llegaba “fundido, contento y con trabajo pendiente” tras la victoria con un tiempo de 13’09”, yéndose con Maverick “a casa con buen sabor de boca, felices por ver que los perros disfrutan y que siguen mejorando como equipo”.

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